Invocación
Fuente de mí
agua
luz viajera de éstas entrañas
ven hasta aquí, ven a lavarme
Dejo para ti mis pasos llenos de
flores
Dejo para ti el sonido de mil
sonrisas
Dejo para ti, en este altar,
mis manos callosas
mis pies hinchados,
surcados por estrellas azules
y relámpagos violetas.
Te doy mi espalda golpeada
mi cadera débil
(pero amante)
ven hasta aquí
a lavarme los miedos.
“…aquél que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.”
[Blas de Otero]